Déjame esta noche, soñar contigo.
Zenet.
Recuerdo aquella noche. Fue después de la cena y 
de que sus pies me enseñaran la caligafría de algún baile. 
Me acarició la cara, me miró a los ojos y me dijo:
-Encanto, no puedo asegurarte nada, pero mientras tanto tu sueña conmigo. 
-Nena, si me garantizas que los sueños se cumplen, entonces, soñaré contigo.
Luego, salí a la calle, subí a mi viejo Cadillac y sin ganas de conducir, 
recliné el asiento y miré por el retrovisor. La lluvia dibujaba una gabardina para 
el tiempo y era capaz de ver a Rebeca Jiménez restregar su culo por el piano 
de aquel club mientras cantaba "De haberlo sabido".
 
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